¿Qué es la apnea del sueño? Conoce sus síntomas y tratamientos

La apnea del sueño, es un complejo y a menudo subestimado problema de salud, que puede tener un profundo impacto en la calidad de vida de quienes lo padecen.

Te explicamos en qué consiste, sus síntomas y tratamientos, y por qué los odontólogos son actores clave en la lucha contra este trastorno del sueño.

¿Qué es la apnea?

La apnea del sueño, técnicamente conocida como síndrome de apnea obstructiva del sueño (AOS), es un trastorno respiratorio bastante frecuente y a veces crónico, que ocurre durante el sueño. Su nombre proviene del término en latín apnoea y este, a su vez, del vocablo griego apnoia que significa «falta o suspensión de la respiración». 

Existen dos tipos principales de apnea del sueño, estos son:

Apnea obstructiva del sueño (AOS) 

Es el tipo más común y suele ser causada por el colapso de las vías respiratorias superiores durante el sueño (las fosas nasales, la boca, la faringe y la laringe). Ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan y bloquean el flujo de aire a los pulmones.

En este tipo de apnea, la persona deja de respirar por cortos períodos de tiempo y pueden ocurrir más de treinta veces por hora, a menudo seguido de ronquidos fuertes o sonidos de asfixia cuando vuelven a respirar.

Las personas con apnea obstructiva del sueño tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, depresión, enfermedad renal, entre otros.

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Apnea central del sueño (ACS) 

Se debe a una disfunción en el sistema nervioso central que controla la respiración, y ocurre cuando el cerebro no envía señales correctas a los músculos que controlan la respiración, lo que lleva a la falta de esfuerzo respiratorio durante el sueño. 

La apnea central del sueño reduce la cantidad de oxígeno que llega al cuerpo y esto puede provocar diversos problemas de salud con efectos perjudiciales a largo plazo. 

Ambos tipos de apnea pueden afectar negativamente la calidad de vida al perturbar el sueño y provocar insomnio. Es importante que conozcas los síntomas de la apnea para que puedas prevenir un problema de salud mayor. 

¿Cuáles son los síntomas de la apnea del sueño?

La apnea del sueño puede tener diferentes causas y el diagnóstico lo suelen dar médicos especialistas en trastornos del sueño. Se realiza mediante un estudio del sueño que puede hacerse en un laboratorio o en el hogar. Sin embargo, existen algunos síntomas de la apnea por los que deberías consultar al médico para descartar que sufras de este trastorno:

• Somnolencia diurna excesiva: este síntoma es una consecuencia directa de la privación de sueño que causa la apnea. Las personas con este trastorno pueden sentirse extremadamente cansadas, adormiladas y luchar contra la fatiga durante el día.
• Despertar con la garganta o la boca secas: cuando el aire no fluye adecuadamente hacia los pulmones, la boca y la garganta tienden a secarse. Al despertar, es posible que sientas sequedad en la garganta como resultado de la respiración superficial o la respiración a través de la boca, en lugar de la nariz. 
• Ronquidos fuertes: se producen cuando hay obstrucción total o parcial de las vías aéreas superiores y el aire pasa con dificultad. Esto provoca una vibración de los tejidos blandos de la garganta, que llevan a roncar.

Los ronquidos fuertes son más comunes en personas con AOS, porque los músculos de la garganta se relajan más durante el sueño. Esto puede provocar el estrechamiento de las vías respiratorias o se bloqueen por completo.

• Pausas en la respiración: es un signo distintivo de este trastorno. La persona que padece apnea del sueño experimenta una interrupción en su respiración mientras duerme, debido a la obstrucción parcial o completa de las vías respiratorias superiores. Es un síntoma más común en la forma de apnea obstructiva del sueño.
• Dificultad en la concentración: cuando la persona sufre AOS la calidad del sueño se ve afectada y puede resultar en somnolencia diurna excesiva y otros problemas cognitivos que influyen en la concentración. Estos trastornos pueden provocar problemas de memoria, fatiga y dificultad para mantenerse despierto durante el día. 
• Irritabilidad y cambios de humor: pueden ser consecuencia de la falta de sueño adecuado y la somnolencia diurna, efectos secundarios de la apnea del sueño. Cuando una persona está constantemente cansada durante el día, es más propensa a la irritabilidad y los cambios de humor. Puede ser difícil mantener la paciencia y el buen ánimo cuando se siente agotado.
• Dolor de cabeza matutino: la AOS puede llevar a la reducción de los niveles de oxígeno en la sangre y a un aumento en los niveles de dióxido de carbono. Esto puede provocar aumento en el flujo sanguíneo cerebral y puede desencadenarte dolores de cabeza al despertar.
• Despertar con frecuencia durante la noche: la apnea afecta la calidad del sueño al interrumpirlo por segundos y reducir el tiempo en las etapas más profundas y reparadoras. Esto puede resultar en un sueño ligero y discontinuo, que lleva a que despiertes frecuentemente.

Asimismo, durante un episodio de apnea, puedes experimentar una sensación de asfixia o sofocación, lo que puede motivar que despiertes alarmado. Esto es particularmente común en casos de apnea grave.

• Aparición de hipertensión arterial e insuficiencia cardíaca: las pausas en la respiración y la disminución de los niveles de oxígeno en la sangre pueden activar el sistema nervioso simpático, lo cual provoca presión arterial alta y aumento de la carga de trabajo del corazón. 

Como observas, son diversos los problemas de salud que pueden desarrollarse por la apnea del sueño. Afortunadamente, existen tratamientos para tratarla. 

Tratamientos para la apnea

Los tratamientos para la apnea obstructiva del sueño y la apnea central del sueño están dirigidos a mejorar la naturaleza del sueño y reducir los problemas de salud vinculados al trastorno. Pueden variar según la gravedad de la afección y las necesidades individuales de cada paciente. 

Los tratamientos están enfocados en tres áreas:

Cambios en el estilo de vida 

Implican hacer ajustes en los hábitos y rutinas diarias que pueden ayudar a reducir los factores de riesgo que contribuyen a los trastornos del sueño. Estos cambios pueden ser beneficiosos en la mayoría de los problemas de salud y, especialmente, en casos de apnea del sueño leve o moderada.

Algunos de los cambios en el estilo de vida que se recomiendan son:

• Pérdida de peso, porque el exceso de grasa en el cuello y la garganta puede obstruir el flujo del aire.
• Hacer ejercicio de forma regular, a fin de fortalecer los músculos, incluyendo los de la garganta, para ayudar a mantener las vías respiratorias más abiertas.
• Dejar de fumar, ya que puede inflamar y ocasionar vías respiratorias estrechas.
• Evitar los sedantes y el alcohol. Estas sustancias relajan los músculos de la garganta, lo cual empeora la apnea del sueño y la persona tiende a roncar más.
• Controlar las alergias y la congestión nasal, para mantener mejor flujo de aire en las fosas nasales.
• Mantener horarios de sueño regulares, para evitar estar somnoliento.
• Cenar ligero, para evitar roncar y mejorar la calidad del sueño.
• Variar la posición al dormir, dado que hay personas que mejoran cuando duermen de lado en lugar de boca arriba. También se pueden utilizar almohadas o dispositivos para mantenerse de lado. 

Dispositivos de presión para las vías respiratorias 

Entre los dispositivos utilizados para la apnea del sueño, existen dos tipos: los dispositivos de presión positiva continua y los de presión bifásica positiva. 

Las máquinas de presión positiva continua en las vías respiratorias, comúnmente conocidos como CPAP por sus siglas en inglés, son utilizados para tratar la apnea obstructiva del sueño suministrando flujo constante de aire.

Se hace a presión a través de una máscara que se coloca sobre la nariz y la boca del paciente mientras duerme. Dicha presión positiva ayuda a mantener las vías abiertas y evita la obstrucción que causa la apnea del sueño.

Las máquinas de presión bifásica positiva, conocidos como BiPAP por sus siglas en inglés, en lugar de proporcionar una presión constante, ajusta la presión durante la respiración. 

El BiPAP proporciona una presión más alta cuando inhalas y una presión más baja cuando exhalas, lo cual puede ser más cómodo para algunas personas, ya que les permite respirar mejor. Se utiliza a menudo cuando el CPAP no es bien tolerado o no es efectivo. 

El BiPAP es útil para tratar tanto la apnea obstructiva del sueño como la apnea central del sueño.

Es importante destacar que el uso de estos dispositivos, tanto el CPAP como el BiPAP, deben ser prescritos y supervisados por médicos especialistas en trastornos del sueño. Además, es necesario que el paciente reciba una adecuada capacitación sobre el uso y cuidado de los mismos.

Cirugía

Las cirugías para la apnea obstructiva del sueño se indican en casos graves o resistentes a otros tratamientos. Esto puede incluir dos tipos de procedimientos:

• Cirugía de las vías respiratorias superiores para corregir problemas anatómicos: esto puede implicar la extirpación de tejido en exceso, reposicionar las estructuras de las vías aéreas, corregir problemas en las adenoides o fortalecer los músculos de la garganta que controlan la respiración.
• Implantes en paladar blando: pueden reducir la vibración y el colapso del paladar blando, mejorando la respiración.

Generalmente, ambos tipos de cirugías son seguras y efectivas, pero antes de someterte a alguna, es importante que hables con tu médico sobre los riesgos y beneficios que tienen.

¿Puede un odontólogo ayudarte con la apnea del sueño?

Sí, los odontólogos cuentan con la formación necesaria para detectar los indicios y manifestaciones de la apnea obstructiva del sueño. Pueden identificar a los individuos con un riesgo elevado de desarrollarla, como aquellos que padecen obesidad, sobrepeso, antecedentes familiares de la afección o enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes. 

Además, pueden ayudar a los pacientes en el tratamiento con:

• Dispositivos de avance mandibular (MAD): los odontólogos pueden diseñar y ajustar aparatos intraorales personalizados, para mantener la mandíbula en una posición avanzada durante el sueño. Esto ayuda a prevenir la obstrucción de las vías respiratorias al mantenerlas abiertas y permitir un flujo de aire adecuado.
• Dispositivos de retención lingual: tienen como objetivo mantener la lengua en una posición que no cause obstáculo en la vía aérea. Son particularmente efectivos en situaciones de apnea obstructiva del sueño en las que la lengua desempeña un papel importante en la obstrucción.
• Terapia de posicionamiento mandibular: los dentistas pueden orientar a los pacientes para que logren mantener una posición que reduzca la obstrucción de las vías respiratorias durante el sueño. También pueden recomendar la utilización de dispositivos que impidan dormir boca arriba, ya que esta postura suele agravar la apnea del sueño.
• Cirugías: los odontólogos pueden realizar procedimientos dentales o quirúrgicos para corregir problemas como el estrechamiento de las vías respiratorias o para fortalecer los músculos que controlan la respiración. También, la extirpación de las amígdalas o adenoides agrandadas, o la corrección de maloclusiones dentales que contribuyen a la obstrucción de las vías aéreas.

Consultar a un odontólogo especializado si presentas algunos de los síntomas que mencionamos anteriormente, puede traerte varios beneficios importantes. Entre algunos de ellos están:

• Detección temprana de los factores de riesgo.
• Reducción de los síntomas (somnolencia excesiva, roncar, etc.), en la mayoría de los casos.
• Mejora del descanso.
• Más comodidad en el tratamiento.
• Mayor facilidad de uso de los dispositivos orales.
• Corrección de malos hábitos bucales.

Los odontólogos especializados en trastornos del sueño suelen trabajar en estrecha colaboración con médicos y especialistas en estudio del sueño para evaluar, diagnosticar y tratar los síntomas de la apnea del sueño de manera integral. 

La apnea del sueño es mucho más que un simple trastorno: es un enemigo silencioso que socava la calidad de vida de quienes la sufren y es fundamental su diagnóstico temprano.

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