Bruxismo Infantil: Causas, Síntomas y Tratmiento

¿Qué es el bruxismo infantil?

El bruxismo es una condición definida por la acción de apretar o rechinar los dientes involuntariamente, en este caso en niños, que puede provenir de causas diversas o multifactoriales. Si no se trata a tiempo, puede dañar la forma en la que funcionan la mandíbula y la boca. Además, como está regulado por el sistema nervioso central, puede verse afectado por otros factores.

A este choque que se produce entre los dientes superiores e inferiores, lo podemos clasificar en dos tipos de bruxismo:

Bruxismo céntrico

Conocido también como bruxismo diurno, hace referencia a los pacientes que aprietan los dientes durante el día, sobre todo en situaciones emocionales que se salen de control. Este movimiento brusco y tenso es dañino para las estructuras musculares, lo que causa dolor y contracturas musculares. 

Si se presenta, es importante indagar si hay presencia de otras parafunciones diurnas, como comerse las uñas (onicofagia), o morderse las mejillas, los labios, o algún objeto.

Bruxismo excéntrico

Llamado también bruxismo nocturno, se produce cuando se frotan los dientes superiores con los dientes inferiores. El bruxismo infantil suele suceder con mayor frecuencia en la noche durante las horas de sueño, y muy poco durante el día. 

El movimiento de los dientes durante el bruxismo del sueño es perjudicial para las estructuras dentales porque provoca un mayor desgaste en los dientes.

Aunque este es un problema que suele desaparecer con la aparición de los primeros dientes permanentes, es súper importante el diagnóstico a tiempo para prevenir posibles consecuencias a largo plazo.

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¿Cuáles son las causas del bruxismo en niños?

Existen muchas causas para el bruxismo en los más pequeños. Lo más significativo para que el tratamiento sea efectivo es encontrar cuál es la posible causa, y así dar con el tratamiento adecuado. 

A continuación, te mostramos algunas de las posibles razones por las cuales tu hijo podría sufrir de bruxismo:

Molestias dentales 

Si el niño presenta molestias o dolor en los dientes debido a problemas de apiñamiento, erupción de algunos dientes, caries, sensibilidad, entre otros, ¡presta mucha atención! Puede ser una señal de bruxismo y será necesario dar con un diagnóstico en una clínica dental.

Trastornos del sueño 

Otras de las causas del bruxismo infantil se debe a los problemas que tiene el niño a la hora de dormir. Algunos de estos problemas pueden ser apnea del sueño, mucho estrés, parasomnias y problemas gastrointestinales.

Genética

Si existen antecedentes familiares de bruxismo, existe el riesgo de que el niño lo pueda padecer. Se han hecho investigaciones donde el bruxismo está relacionado con la genética y con el proceso de dentición. También, algunos estudios indican que puede estar relacionado con los niveles de serotonina.

Cabe destacar que esta condición es más frecuente en pacientes con síndrome de Down, parálisis cerebral o autismo.

Hiperactividad

El bruxismo infantil también está relacionado con los trastornos de hiperactividad. En este caso, es ideal buscar algún tipo de ayuda profesional, de manera que, si la hiperactividad se controla, la probabilidad de sufrir bruxismo sea menor.

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Factores psicológicos y emocionales 

Muchos casos de bruxismo en la población infantil se producen por estrés, ansiedad, irritabilidad, depresión, miedo o incluso tristeza. La tensión emocional en niños puede estar relacionada con múltiples factores, tales como: carga excesiva de actividades, largas jornadas escolares o problemas con amigos y familiares.

Por esta razón, es importante no saturar a tu hijo de actividades extraescolares, escucharlo cuando hay algo que le incomoda y siempre tratar de ayudarle en todo lo que esté a tu alcance para que se sienta mejor.

¿Cómo saber si un niño tiene bruxismo? 

Como padres debemos estar pendiente de estas señales para determinar si nuestro hijo tiene bruxismo. Los síntomas asociados al bruxismo son especialmente característicos y visibles:

El rechinamiento de los dientes

El sonido característico cuando rechinamos los dientes puede ser un factor clave para detectar que tu hijo tiene bruxismo. El desgaste causado por este rechinamiento puede provocar un aumento de sensibilidad dental; lo que podría causar que tu hijo sea hipersensible a la hora de consumir algunos alimentos o bebidas frías.

Dolor en los dientes y en la mandíbula

Si tu hijo presenta mucho dolor en los dientes y en la mandíbula, puede ser un síntoma claro de bruxismo. Cuando tiene tensión en los músculos de las articulaciones temporomandibulares, es muy probable que sea a causa de un estrés acumulado. 

Dolor de cabeza

El dolor de cabeza puede estar derivado a una carga y tensión excesiva que también provoca dolor en los músculos de la cara y del cuello, llegando así hasta la cabeza e incluso hasta los oídos. 

Aunado a esto, este dolor puede limitar la apertura de la boca, especialmente por la mañana, luego de estar un periodo largo de rechinamiento con los dientes. Esta actividad repetitiva de los músculos masticatorios se puede producir tras una jornada escolar agobiante.

Desgaste en las piezas dentales

Si hablamos de bruxismo leve, este puede acabar con la forma natural de los dientes, hasta el punto de darle una apariencia plana a las puntas. En otros casos de bruxismo más grave es probable que los dientes de tu hijo se debiliten, se muevan e incluso se rompan debido a la sobrecarga. 

Por esta razón, si ves que a tu hijo se le mueven los dientes o tiene la forma diferente, es probable que sufra de bruxismo.

Consecuencias del bruxismo infantil

Rechinar los dientes constantemente es un problema, que si con el tiempo no se trata adecuadamente, puede derivar en graves consecuencias. A continuación, te hacemos una lista de los daños más significativos:

Desgaste y fractura de dientes

La fractura dental es una consecuencia del desgaste excesivo. Si tu hijo tiene dientes de leche el daño no será permanente. Sin embargo, con los dientes definitivos, en caso de que haya fractura, tu hijo tendrá que someterse a restauraciones de esos dientes rotos.

Maloclusión dental 

Las maloclusiones dentales se deben a un mal alineamiento en los dientes. Si tu hijo sufre de bruxismo, esto significa que hay una probabilidad de que los dientes inferiores dejen de encajar con los superiores, provocando así una alteración en los componentes del sistema masticatorio. También si hay mucha presión en el área de la boca, es probable que haya una modificación en la arcada de la boca.

Trastorno de la articulación temporomandibular y dehiscencia

Estos trastornos producen dolor de cabeza, cuello e incluso inflamación en los oídos. Si tu hijo tiene problemas de bruxismo, se ejerce mucha tensión en la parte de la articulación temporomandibular, lo que termina generando un mal funcionamiento en esa articulación.

Cansancio constante

Si tu pequeño sufre de bruxismo, es probable que esté cansado constantemente, ya que en muchas ocasiones el bruxismo no le permite dormir bien. Los niños que padecen esta patología tienen dificultades para conciliar el sueño, lo cual hace que estén más cansados durante el día.

Dolor dental y molestias al abrir y cerrar la boca

El dolor bucal se puede presentar por algunas lesiones alrededor de la boca o en la lengua. Por esta razón, es importante estar atentos y hacer revisiones periódicas con un dentista.

Además, no olvidemos que el dolor de mandíbula también viene por rechinar los dientes y hacer tanta presión entre las articulaciones de la mandíbula.

Tratamientos del bruxismo en niños

Para que el bruxismo infantil desaparezca es importante eliminar el desgaste dental causado por el choque de los dientes. Además, si es el caso, será necesario reparar los daños que hay en los dientes.

Por esta razón, el tratamiento contra el bruxismo se divide en dos vertientes: el apoyo de un profesional para un tratamiento físico efectivo y un ajuste en los hábitos de vida del niño:

Cambios en los hábitos de vida

• Control de estrés y ansiedad: si tu hijo sufre bruxismo, es importante que estés atento a las señales psicológicas que puedan estar causando. Por ejemplo, si tu hijo tiene muchas tareas extracurriculares, es necesario que observes si esa presión es la que le está causando el bruxismo. 
• Practicar algún deporte: el deporte es una de las actividades que más ayuda con el estrés en los niños, sobre todo en aquellos que sufren de hiperactividad. Sin embargo, siempre es recomendable hacer ejercicio para todos los niños, independientemente si sufre de bruxismo o no.
• Mejorar la calidad del sueño: para tratar efectivamente el bruxismo en niños es fundamental revisar las rutinas de sueño. Por ejemplo, debes fijarte en el número de horas que duerme tu hijo, leerle un cuento o escuchar música relajante antes de dormir. También puedes alejar a tu hijo de las pantallas antes de dormir. 

Tratamiento profesional

• Férula de descarga: es el tratamiento más efectivo y habitual para corregirlo. El odontopediatra indica el uso de la férula o dispositivos oclusales de descarga en la noche, mientras el niño duerme para evitar el rechinamiento de los dientes y proteger el sistema masticatorio. También son efectivas las terapias ortopédicas de los maxilares.

• Fisioterapia: cuando los niños presentan dolores seguidos en la mandíbula, la cabeza o cuello, es necesario ir a un fisioterapeuta que le mandará ejercicios para mejorar el dolor y conseguir la relajación de la musculatura y la tensión bucodental.

• Psicólogo: si tu hijo padece de estrés o ansiedad, también le conviene visitar un psicólogo infantil para que lo ayude a drenar las situaciones que está pasando y le dé las herramientas necesarias para superarlo.

En líneas generales, el bruxismo infantil suele ser un problema a corto plazo porque se irá desapareciendo a medida que el niño supere las situaciones que le están generando dicha condición, o también cuando cambie los dientes de leche.

Si el problema de rechinar los dientes continúa después de un tiempo, cuando salen los dientes definitivos, debes llevar al niño a una consulta de revisión con un especialista en odontopediatría, donde revisará el caso y mandará el tratamiento adecuado. 

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