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A lo largo de la historia, la sociedad ha encontrado diferentes formas de adornar o decorar el cuerpo, entre estas se encuentra el uso de piercings. Un piercing es un aditamento metálico que se coloca mediante perforación en diferentes partes del cuerpo o de la cavidad bucal. En la boca se pueden ubicar en la lengua, los labios, el frenillo e incluso en las mejillas.
El uso de un piercing bucal puede tener consecuencias negativas para la salud bucodental, que van más allá del dolor, el posible rechazo y el alto riesgo a padecer una infección, debido a la presencia elevada de bacterias y la humedad propia de la boca, que pudiera retrasar el proceso de cicatrización de los tejidos. Además de esto, durante su colocación puede verse comprometido algún vaso sanguíneo o nervio.
¿Cómo puede verse afectada tu salud bucodental?
Algunas de las consecuencias que puede tener el uso de piercings bucales pueden ser:
- Infección: La infección del área asociada al piercing es la consecuencia más frecuente debido a la humedad de la boca y a la presencia elevada de bacterias.
- Hemorragia: Sobre todo cuando está ubicado en la lengua, ya que es muy vascularizada e inervada. También se puede ver comprometido el sentido del gusto y la función motora de la lengua si se afecta algún nervio.
- Recesión gingival: Asociada principalmente a aquellos que se ubican en los labios. El contacto constante del piercing sobre la encía puede hacer que esta se retraiga, lo que hace que el diente pierda soporte y en algunos casos se produzca movilidad y su posterior pérdida.
- Traumatismos dentales: Estas lesiones son muy comunes y van desde un desgaste por el roce del metal con el diente, hasta el astillamiento o fractura.
- Enfermedad periodontal: Ya que favorece el acúmulo de placa dentobacteriana y sarro dental.
- Halitosis o mal aliento: Esto por el acúmulo de placa dentobacteriana.
- Maloclusiones dentales: La permanencia de un objeto extraño en la cavidad bucal puede alterar el equilibrio de las fuerzas masticatorias o de la lengua, y como consecuencia puede haber una alteración en la posición de los dientes y en la mordida.
- Alteraciones del habla: La presencia del piercing puede variar la pronunciación de las palabras, sobre todo aquellas que contengan R, S, T y L.
- Alergias: Algunos pacientes pueden presentar reacciones alérgicas al material o aleación del que está hecho el piercing.
Ningún dentista va a recomendar el uso de piercings en la cavidad oral, pero si pese al riesgo decides colocar alguno, lo ideal es que visites desde el primer momento y de forma periódica a tu dentista para que pueda darle seguimiento a la pieza y al estado de tu salud bucodental.
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