¿Qué es la placa bacteriana y cómo eliminarla?

Desde nuestro nacimiento, nuestra boca alberga millones de microorganismos que forman parte de la flora normal del aparato digestivo, los cuales van cambiando a lo largo de la vida. Sin embargo, puede producirse un desequilibrio en esta flora, donde las bacterias adquieren la capacidad de acumularse sobre nuestros dientes, lengua y encía, para formar placa bacteriana que tiene consecuencias negativas sobre la cavidad bucal.

Es por esto que, para tener una buena higiene oral, es fundamental mantener controlada la formación de esta placa bacteriana mediante el cepillado diario de dientes y las visitas semestrales al odontólogo, ya que si la placa bacteriana se acumula, da origen a las caries y a las enfermedades de la encía.

Sin embargo, sabemos lo común que es sufrir de estas molestas caries y de otras enfermedades periodontales, ¡por lo que te invitamos a seguir leyendo para enterarte de cómo puedes prevenir su formación o, si ya la tienes, asegurar su eliminación!

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¿Qué es la placa bacteriana?

Se han identificado más de 700 especies de bacterias en la flora de la boca que cumplen una función importante en nuestro bienestar. A pesar de ello, también pueden ser causantes de la placa bacteriana, la cual es una capa pastosa y blanca compuesta por bacterias que se adhieren a la superficie de los dientes, a la encía y a la lengua.

Esta placa aparece a partir de los restos de alimentos que consumimos, y que, al no ser debidamente limpiados, se acumulan en la superficie de los dientes. A partir de aquí, las bacterias se comienzan a multiplicar, aprovechando los restos de alimentos que quedan para extraer de ellos los nutrientes que necesitan para su desarrollo.

Si no se tiene una higiene dental correcta, la placa bacteriana se multiplica, se engrosa, se endurece y se convierte en cálculo dental (también conocido como sarro o tártaro).

El cálculo dental puede hacer que el diente parezca de un color más oscuro, ya que adquiere un tono amarillento o marrón, sobre todo, en las zonas más cercanas a la encía. Además, al ser una capa pegajosa, le proporciona a la placa bacteriana una superficie más extensa donde crecer y adherirse de una manera más fácil y rápida.

La acumulación de placa bacteriana y la formación de cálculo dental puede derivar en múltiples problemas para la salud oral, desde halitosis y caries dental hasta enfermedades periodontales (como gingivitis y periodontitis).

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Tipos de placa dental

Dependiendo de dónde esté localizada la placa bacteriana, se define la estructura oral que se encuentre afectada y el tipo de patología que pueda desarrollar el paciente.

Tipos de placa según las bacterias dominantes

La placa bacteriana está compuesta por múltiples especies de bacterias. Cuando predomina un tipo de bacterias sobre otras, las consecuencias que tendrán sobre los dientes y la encía serán distintas, por lo que se pueden clasificar en dos grandes grupos:

Placa causante de las caries

También llamada placa cariogénica, es causante de las famosas caries dentales. Este tipo de bacterias tienen la capacidad de transformar los azúcares que consumimos en ácidos que debilitan y dañan el esmalte dental, facilitando la formación de las caries.

Placa causante de las enfermedades periodontales

Esta placa está formada, generalmente, por bacterias anaerobias, que al metabolizar los azúcares generan sustancias que pueden atacar el periodonto y causar inflamación y destrucción del tejido.

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Tipos de placa según la zona de acumulación

Esta clasificación se divide según su ubicación en la encía: si está por encima, se le denomina placa supragingival y, si está localizada por debajo de la encía, es llamada placa subgingival.

Placa supragingival

Se acumula encima de la encía, es decir, en los dientes, normalmente en el margen gingival. Puede estar formada por bacterias de tipo cariogénico y periodontales.

Placa subgingival

Como su nombre lo indica, se acumula debajo de la encía, principalmente en el surco gingival y en la bolsa periodontal. Es el tipo de placa más complicada de eliminar, ya que para que se desarrolle, primero debe existir una acumulación de placa en las encías. Representan un gran riesgo de desarrollar enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis.

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Proceso de formación de la placa bacteriana

Todas las personas, desde su nacimiento, tienen bacterias en la cavidad oral. Por lo tanto, la formación de placa bacteriana es algo completamente normal.

Sin embargo, el problema surge cuando las bacterias crecen y se desarrollan a partir de los residuos de alimentos en nuestros dientes y la saliva, junto a las proteínas que la saliva contiene, bien sea por un desequilibrio en la microbiota oral debido a enfermedades sistémicas o por una higiene inadecuada.

Estas proteínas forman una capa invisible sobre los dientes que se convierte en la placa bacteriana. Es por esto que es tan importante cepillarse después de cada comida.

Para entender un poco este proceso, dividimos la formación de la placa bacteriana en tres etapas:

1. Depósito de la película adquirida
2. Colonización de la película por bacterias
3. Maduración de la placa

La película adquirida corresponde a un revestimiento de saliva que se deposita sobre la superficie de los dientes, siendo esta la que permite que haya la colonización de múltiples especies bacterianas residentes de la boca, como los actinomyces, cocos, streptococcus y lactobacillus. Normalmente, estos se depositan en los surcos, las fisuras e irregularidades de las superficies dentales.

Luego, por diversos procesos, incrementa la complejidad de las bacterias en estas colonias y da lugar a la etapa de maduración, donde se termina de conformar la placa bacteriana.

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¿Cómo se elimina la placa bacteriana?

Si los dientes no se limpian correctamente, los alimentos que ingerimos se acumulan y, como consecuencia, la placa bacteriana adherida se calcifica y se transforma en cálculo dental.

Una vez que se genera el cálculo dental, ya no es posible eliminarlo con una buena higiene bucodental, por lo que es necesario acudir al odontólogo para la realización de una limpieza profesional.

La limpieza dental, también llamada profilaxis dental, se realiza para eliminar los depósitos de placa y el cálculo dental que se acumula en los dientes con el paso del tiempo. Habitualmente se realiza con un aparato de ultrasonido que cuenta con una punta fina que entra en vibración cuando toca el diente o el cálculo dental, y es esta vibración la que consigue el desprendimiento de la placa bacteriana.  

Posteriormente, se pasa una goma de pulido o un cepillo con una pasta abrasiva para pulir la superficie dentaria y que quede lisa y brillante, de esta manera, al eliminar las rugosidades de los dientes, se evita por un corto período de tiempo que la placa bacteriana se adhiera nuevamente a ellos.

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¿Cómo prevenir la formación de la placa bacteriana?

El mejor consejo para prevenir la acumulación de placa bacteriana y todas sus consecuencias es mantener buenos hábitos de higiene bucal. Esto incluye:

Cepillarse los dientes después de cada comida

Tener una técnica correcta de cepillado es un paso crucial para mantener los dientes relucientes. El proceso de limpieza debe durar al menos 3 minutos y siempre debe incluir la lengua. Se recomienda que el cepillo de dientes sea de cerdas suaves y tenga un cabezal accesible. Además, usar pasta ayuda a fortalecer los dientes y prevenir las caries.

Para lograr mejores resultados, puedes utilizar nuestro cepillo dental eléctrico que gracias a su tecnología de punta genera hasta 38,000 mil vibraciones por minuto para una limpieza profunda.

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Utilizar hilo dental después del cepillado

Usar hilo dental al menos una vez al día es importante para eliminar la placa y los restos de alimentos que quedan entre los dientes y la encía, además, ayuda a combatir el mal aliento. Recuerda que si el hilo dental causa molestias, es probable que no se esté usando de la manera correcta.

Si tienes espacios demasiado grandes entre los dientes, los cepillos interproximales serán de gran ayuda para ti.

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Usar enjuague bucal

Los enjuagues bucales permiten que la higiene oral sea más completa, ya que colaboran con la eliminación de gérmenes y bacterias, además, de mantener el aliento fresco. Utilizarlo con regularidad ayuda a prevenir la acumulación de la placa bacteriana, por lo que también contribuye a evitar las caries y las enfermedades de la encía.

Úsalo después de cepillarte los dientes y recuerda asesorarte con tu odontólogo para saber cuál tipo de enjuague se adapta mejor a tus necesidades, además, siempre comprueba que no contenga alcohol.

Visitar regularmente al dentista

Acudir al dentista periódicamente permite detectar enfermedades de forma anticipada y aplicar el tratamiento adecuado en un tiempo oportuno. Recuerda que el odontólogo se encuentra capacitado para asesorarte sobre los hábitos de higiene dental necesarios para mantener una buena salud bucal.

Lo ideal es que realices 2 visitas anuales para limpiezas profesionales, para eliminar la placa bacteriana calcificada o el cálculo dental que no hemos conseguido remover con el cepillado.

Además, es recomendable mantener una dieta balanceada y limitar el consumo de azúcares y almidones, ya que estos productos facilitan la erosión y desgaste del esmalte, por lo que las bacterias tienen una mayor facilidad de atacar a los dientes.

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