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El trastorno de la articulación temporomandibular es una afección que afecta a millones de personas cada año, manifestándose a través de una variedad de síntomas que pueden alterar significativamente la calidad de vida de la persona.
Exploraremos en profundidad todo lo que necesitas saber sobre los trastornos de la ATM, desde sus causas y signos de alerta hasta las opciones de tratamiento más efectivas.
¿Qué son los trastornos de la articulación temporomandibular?
Los trastornos de las articulaciones temporomandibulares (ATM) son las afecciones que causan dolor y disfunciones de dicha articulación.
Las articulaciones temporomandibulares son las conexiones que actúan como una bisagra deslizante entre los huesos temporales del cráneo y la mandíbula. Son dos y cada una está ubicada al lado de la cara, delante de las orejas.
Está compuesta por ligamentos, músculos y tendones que permiten el movimiento de la mandíbula para actividades como masticar, bostezar y hablar.
Existen tres tipos principales de alteraciones:
- Dolor miofascial: es un tipo de trastorno que ocurre en personas con una articulación temporomandibular normal. Produce fatiga, tensión o espasmos musculares, lo que afecta la movilidad de la mandíbula.
- Asimetría interna: es el trastorno más común. Aparece debido a un disco desplazado, lesiones del cóndilo, mala alineación o una mandíbula dislocada. Produce un dolor articular localizado y unos chasquidos al mover la articulación.
- Alteraciones degenerativas e inflamatorias: hay trastornos degenerativos como la artritis reumatoide o la artrosis que pueden afectar las articulaciones temporomandibulares.
¿Cuáles son las causas de los trastornos de la ATM?
Los trastornos de la ATM tienen múltiples causas y desencadenantes. Algunos de los factores comunes que pueden contribuir a estos trastornos incluyen:
- Desórdenes congénitos y del desarrollo: pueden llevar a anomalías como aplasias, hipoplasia e hiperplasia de la ATM.
- Maloclusiones: desajustes en la oclusión dental pueden afectar el cartílago de la ATM y provocar problemas musculares, dolores de cabeza y, con el tiempo, disfunciones en la articulación de la mandíbula.
- Desarreglo del complejo cóndilo-disco: incluye alteraciones anatómicas, condilares, desplazamientos del disco y dislocaciones.
- Enfermedades metabólicas e infecciones que pueden influir directamente a la ATM.
- Subluxación condilar: es una dislocación parcial o completa del disco debido a la laxitud de los ligamentos. Causa dolor y dificultad para cerrar la boca.
- Patologías neurológicas y desórdenes musculares: pueden provocar dolor miofascial, espasmos, contracturas y miositis.
- Pérdida dental: puede afectar el hueso maxilofacial y generar problemas articulares a largo plazo.
- Traumatismos: pueden provocar daños en la articulación debido a fracturas, desgarros o roturas.
- Anquilosis: produce pérdida de movimiento articular por la fusión de huesos o calcificación de ligamentos alrededor de la ATM.
- Sobrecarga física: la presión excesiva sobre la mandíbula puede contribuir a trastornos de la ATM.
- Estrés o depresión: pueden provocar dolor de dientes, bruxismo y el rechinamiento de los dientes.
- Desórdenes inflamatorios: afectan la cápsula articular y la membrana sinovial en la ATM.
Todos estos factores pueden interactuar entre sí e influir en diferentes niveles en la aparición y progresión de los trastornos de la ATM.
La identificación de las causas subyacentes y la evaluación de los síntomas que tenga el paciente permitirán tener un diagnóstico y establecer un tratamiento efectivo.
Síntomas que indican trastornos de la ATM
Los signos y síntomas de los trastornos temporomandibulares que se presentan en la mayoría de los casos son:
- Dolor de mandíbula en una o ambas articulaciones temporomandibulares.
- Dolor dentro o alrededor del oído y zumbidos en los mismos.
- Dolor de cabeza.
- Dolor facial.
- Dificultad o molestias durante la masticación.
- Bloqueo de la mandíbula y rigidez en los músculos de la mandíbula, lo que dificulta abrir o cerrar la boca.
- Cambios en la forma en que encajan los dientes superiores e inferiores.
- Chasquidos o ruidos que producen dolor al abrir o cerrar la boca. Recuerda que, cuando no hay dolor, los chasquidos son considerados normales y no necesitan tratamiento.
Si los síntomas no se tratan de forma correcta y a tiempo, el trastorno temporomandibular puede derivar en una luxación y convertirse en una emergencia médica.
Tratamientos para los problemas en la articulación temporomandibular
El tratamiento de los trastornos de la ATM puede variar según la gravedad de los síntomas y la evaluación del odontólogo. Existen tratamientos conservadores y opciones más invasivas.
Tratamientos conservadores:
- Guardas: son dispositivos hechos a la medida que ayudan a reducir la presión mandibular y a aliviar el dolor muscular mediante la reducción de la actividad de la mandíbula.
- Fisioterapia: se combinan técnicas de estiramiento y fortalecimiento muscular con el tratamiento odontológico para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Tratamientos no quirúrgicos:
- Enfoques de autocuidado y salud de la conducta: se enseña sobre trastornos de la ATM, técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual, biorretroalimentación y metas específicas para el manejo de las alteraciones.
- Medicamentos: se usan analgésicos de venta libre como el ibuprofeno, relajantes musculares y medicamentos recetados como antidepresivos o anticonvulsivos para tratar la ansiedad y el dolor. Sin embargo, es importante recordar que no es recomendable la automedicación.
- Aparatos intraorales: el odontólogo puede indicar el uso de un protector bucal para tratar problemas como el bruxismo.
Tratamientos complementarios:
- Acupuntura: es una técnica que implica la estimulación de puntos específicos del cuerpo con agujas delgadas, pero solo es paleativo.
- Neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS): utiliza electrodos para cambiar la percepción del dolor y aliviar los síntomas de la ATM. La evidencia es limitada y se basa en estudios pequeños.
Tratamientos quirúrgicos:
- Artrocentesis: se hace un lavado de la articulación temporomandibular con una solución para eliminar partículas y aliviar la inflamación.
- Artroscopia: se usa una cámara para examinar la articulación y, si es necesario, tratar problemas como el tejido inflamatorio.
- Reemplazo de articulaciones: en casos graves de disfunción de la ATM, se puede usar una prótesis artificial.
- Cirugía abierta: en situaciones excepcionales, como la presencia de tumores, se realiza una cirugía abierta para acceder a la articulación y extirpar el tejido dañado.
La selección del tratamiento depende de la evaluación y diagnóstico del especialista. Muchos casos de trastornos temporomandibulares mejoran sin tratamiento. Se deben evitar la cirugía y los procedimientos invasivos, si no son absolutamente necesarios.
¿Cómo prevenir los trastornos temporomandibulares?
Para prevenir problemas en la articulación temporomandibular (ATM) y reducir los síntomas, es recomendable seguir estas medidas de cuidado personal:
- Evita alimentos duros y masticar chicle para no sobrecargar los músculos de la mandíbula.
- Aprende técnicas de relajación para reducir el estrés y la tensión muscular.
- Mantén una buena postura, especialmente al utilizar la computadora. Haz pausas para aliviar músculos tensos.
- Evita consumir alimentos que requieran abrir mucho la boca.
- Considera el uso de una guarda en caso de rechinamiento de dientes por la noche.
- Realiza masajes en la ATM y las áreas con dolor, preferiblemente con la ayuda de un fisioterapeuta.
- Aplica calor en las zonas doloridas para aliviar el malestar, especialmente en climas fríos.
- En períodos de dolor crónico, consume alimentos blandos y busca tratamiento médico. Puedes incluir analgésicos y antiinflamatorios.
- Consulta al odontólogo para descartar alguna enfermedad dental, mejorar la alineación y reemplazar dientes perdidos. El dentista también puede recomendar radiografías, resonancia magnética u otras pruebas para detectar si hay problemas en la articulación.
Poner en práctica estos consejos te ayudará a evitar la aparición de trastornos que afecten la funcionalidad de la articulación temporomandibular. En este proceso es fundamental el acompañamiento de un profesional que te evalúe y oriente.
Si te sientes identificado con estos síntomas, lo mejor que puedes hacer es acudir a una consulta con tu dentista de confianza, pero si tu mandíbula está bien y lo que buscas es una alineación dental, déjanos ayudarte y agenda una cita con nosotros, ¡te esperamos!
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